Uno de los flagelos que más azota a los países subdesarrollados es el trabajo infantil. De hecho, hay lugares en los cuales, debido a los altos índices de pobreza, esta actividad es permitida. En Bucaramanga existen instituciones que buscan reescolarizar a aquellos niños y jóvenes que, por alguna circunstancia, abandonaron sus estudios para ocupar su tiempo en actividades laborales.